lunes, 16 de agosto de 2010

DETENCIÓN PROVISIONAL A SUPUESTOS PANDILLEROS ACUSADOS POR VARIOS HOMICIDIOS AGRAVADOS

SAN SALVADOR, 16 DE AGOSTO DE 2010 (INTERJUST). El Juzgado 11º de Paz decretó instrucción formal con detención provisional contra 20 presuntos miembros de la pandilla dieciocho, acusados de homicidio agravado en perjuicio de ocho víctimas y agrupaciones ilícitas en perjuicio de la paz pública.

La Fiscalía General de la República (FGR) acusó a 24 personas, de las cuales nueve fueron capturadas recientemente, once fueron intimados en los centros penitenciarios de Cojutepeque y Sonsonate, acusados de otros delitos, mientras que cuatro son imputados ausentes.

La jueza decretó detención provisional por homicidio agravado contra Hito Antoniel Constanza Hernández, de 37 años de edad, Jorge Emiliano Chávez Sosa, 23, José Francisco Sánchez López, Héctor Antonio Vega Ortiz, 34, José Manuel García Sánchez, 24, Rafael Arturo Barrera, 26, Eusebio Enrique Vásquez, 30, Orlando Enrique Ramírez, 26, Roberto Alexander Landaverde, 21, Henry Heriberto Martínez, 24, Nery William Guillen, 23, Oscar Torres Portillo, 27, Edwin Leonardo Constanza, 33, José Manolo de La Cruz, 24, Alejandro Rigoberto Marín, 24, y Rafael Arturo Barraza Dueñas, de 26.

Además, decretó detención provisional por agrupaciones ilícitas a cuatro de los nueve presentes: Gerson Hernández, 25, Héctor Antonio Vega, 34, Ovidio Ernesto Sánchez, 27, y Miguel Ángel Jorge Alonso, 23. En cuanto a los cuatros imputados ausentes, la jueza resolverá con vista del requerimiento.

Estas personas son acusadas por la FGR con base al testimonio de un ex pandillero, quien presuntamente participó en varias ejecuciones de las víctimas, como miembro de la clica Six Bony Brean Tayny Locos de la pandilla dieciocho, que operaban en el municipio de San Marcos, una estructura que se dedicaba a una diversidad de actividades delictivas que incluye desde el sicariato y ejecuciones de pandilleros rivales y/o informantes, comercio de drogas, extorsiones, hasta robos de pasajeros en las unidades de transporte, según las indagaciones.

Los acusados presuntamente participaron directamente en los homicidios de ocho personas por diferentes móviles, como fue el caso del asesinato de Marvin Daniel Palma Ramírez, de 37, que ocurrió el 21 de abril del año 2004, sobre la Alameda Juan Pablo II y 19ª Avenida Norte. La víctima conducía una pipa de agua el día de su muerte y, según las investigaciones, dicha estructura criminal fue contratada por el imputado Rafael Arturo Barrera Dueñas. Al parecer, Palma Ramírez debía una fuerte cantidad de dinero a Barrera Dueñas, de modo que contrató a los pandilleros para que lo mataran a cambio de 2,500 dólares.

Asimismo, el homicidio del motorista de la Ruta 26, Mario Espinoza Rodríguez, de 42 años, el cual sucedió el 27 de noviembre de 2004 en la entrada a la Colonia El Mirador, en el municipio de San Marcos. La víctima presuntamente estaba relacionaba con la pandilla Mara Salvatrucha, por lo que su muerte fue planificada tres días antes de la ejecución.

Mario Ernesto Cruz Amaya, de 21, fue ejecutado en diciembre de 2004 en el Pasaje Vilanova de la Colonia El Milagro, de San Marcos, quien laboraba como cobrador de una empresa de verduras y especies, y fue vinculado con tener afinidad a la pandilla MS.

El caso de las muertes de Ana Eliza Gutiérrez, de 15, y Magdalena Isabel Gómez, de 24, ocurrida el 8 de marzo de 2005, fue planificado en un reunión interna (“meeting”), en el que acordaron matarlas por relacionarse con pandilleros contrarios.

Las víctimas, según el testigo, no “querían bacilar con los 18”.

Otra víctima, identificada como Miguel Ángel Vásquez Sánchez, de 24, laborada en una carpintería ubicada en la Pasaje Vilanova, en la Colonia El Milagro, San Marcos, fue asesinado el 8 de septiembre del año 2005, porque supuestamente tenía tatuajes alusivos a la MS. En ese sentido, al imputado Jorge Emilio Chávez Sosa (que tenían pocos días de haber ingresado a la pandilla y “quería matar”) le dieron la misión de matar a Vásquez.

Por otro lado, José Antonio Marroquín Landaverde, de 28, laboraba como vigilante en la Colonia Florencia de San Marcos, fue asesinado porque no permitía el ingreso de pandilleros de la 18 de la colonia el Milagro. Su ejecución ocurrió en horas de la madrugada del 15 de septiembre de 2005, una semana después del joven en la carpintería.

La víctima número ocho de la investigación fue el 15 de agosto de 2009 en perjuicio de José Boris Castro Ávila, de 36, quien fue sentenciado a muerte por salirse de la pandilla. Castro Ávila fue embriagado, golpeado en la cabeza con un bate, y luego lo mataron con arma blanca.

La víctima tenía tatuajes de la pandilla 18 en el pecho, los cuales se había cubierto con otros tatuajes de un dragón.

En la audiencia inicial, la jueza valoró los indicios presentados por la Fiscalía General de República (FGR) como suficientes, entre ellos abundante elementos de prueba tales como testimonios, prueba documental, informes de medicina forense que documentan cada uno de los homicidios investigados que vinculan a los imputados.

Ocho de los nueve imputados presentes fueron enviados al Penal de Cojutepeque, mientras que Rafael Arturo Barrera Dueñas fue remitido al Penal de Mariona.

a.s./ Interjust

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