SAN SALVADOR, 13 DE AGOSTO DE 2010 (INTERJUST). El Juez 13° de Paz cambió el delito de homicidio tentado por “disparo de arma de fuego” en el caso de una agresión cometida en perjuicio de A.S.G., de 31 de edad, propietario de una tienda en la colonia Miranda, en las cercanías del Bulevar Constitución.
El juez valoró el caso y remitió al autor del disparo, Walter Leonel Barahona, de 30 años de edad, a un centro de detención penitenciaria, y sobreseyó provisionalmente a los otros tres imputados identificados como José Francisco Barahona Pineda, de 22, Evelin Liseth Martínez Flores, de 30, y Jackeline Seferina Aguiñada Salmerón, de 25.
Originalmente la Fiscalía General de la República (FGR) había acusado de homicidio agravado en grado de tentativa y de agrupaciones ilícitas a los implicados en el hecho.
De acuerdo a la investigación fiscal, el 9 de agosto a las 10:40 p.m., los acusados en aparente estado de ebriedad y a bordo del vehículo P-351487 se estacionaron frente a la tienda de la víctima, ubicada en la Colonia Miranda, sobre el Bulevar Constitución de San Salvador. Del automotor se bajó el imputado Leonel Barahona y se dirigió a donde la víctima para pedirle tres cigarrillos y luego le pidió que le vendiera droga.
El ofendido respondió: “esto es una tienda y no se vende eso”.
La respuesta de la víctima, al parecer, enfureció al sujeto y lo comenzó a ultrajar con palabras soeces y regresó al vehículo donde sacó un arma de fuego y disparó dos ocasiones. La víctima buscó resguardarse rápidamente contra una pared, que es donde impactaron los proyectiles.
Cinco minutos después del hecho se presentaron unos efectivos policiales a la tienda y el vendedor relató lo sucedido aclarando que no fue responsable de los disparos; sino que él era la víctima. Más tarde fueron informados por radio que habían interceptados a unos sospechosos que se adecuaban a las características de los sujetos y que los tenían detenidos frente al Hospital de Especialidades del Seguro Social, ubicado sobre la Alameda Juan Pablo II.
La víctima se presentó al lugar donde presuntamente los identificó.
A los ahora imputados les practicaron el registro personal sin encontrarles nada ilícito; sin embargo, al revisar el automotor descubrieron en el piso del asiento del conductor un arma de fuego calibre 38 milímetros, a nombre del primer imputado.
A este se practicaron la prueba de alcotest con el resultado de 169 grados de alcohol en la sangre; asimismo, le realizaron el protocolo de embriaguez de Medicina Legal.
A.S./INTERJUST
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