SAN SALVADOR, 04 DE MAYO DE 2011 (INTERJUST). El Juzgado 12º de Paz decreto instrucción formal con detención provisional contra Carlos Alberto Aparicio Padilla, de 26 años de edad, acusado de homicidio en grado de tentativa en perjuicio de A.A, de 57.
Según la investigación fiscal, el hecho ocurrió el 26 de abril en la Prolongación Buenos Aires, calle Principal final Antigua Ferrocarril, de San Salvador, donde el imputado, hijastro de la víctima lo citó con el fin de devolverle un vehículo que intentaba comprarle por no contar con el dinero. Sin embargo, el encuentro no fue precisamente para entregar el vehículo, ya que el acusado llevó a dos sujetos que intentaron matar a la víctima con un arma de fuego.
De acuerdo a la investigación fiscal, ese día el imputado llamó por teléfono a su padrastro para que se encontraran en la colonia 10 de Septiembre, pero después insistió que se reunieran en la Prolongación Buenos Aires para entregarle el automóvil. Asegura la víctima que cuando esperaba, observó a su hijastro que conducía el automotor y pasó frente a él. Le llamó la atención que no se detuviera, sino aproximadamente a unos 20 metros de distancia. Cuando lo hizo, dos sujetos salieron del auto y se dirigieron a su persona; uno de ellos sacó un arma de fuego y comenzó a dispararle.
La víctima comenzó a correr y escuchó las detonaciones de los disparos que le hizo el sujeto, sin embargo finalmente le dio alcance y le apuntó hacia la cabeza. Afirma que cuando vio el arma tan cerca expresó: “Dios mío, ampárame”. El sujeto apretó el gatillo tres veces sin conseguir que ninguno funcionara porque el arma se encasquilló.
La víctima aprovechó esa oportunidad para huir del lugar hasta llegar al paso a desnivel, cercano a la Terminal de Autobuses de Occidente donde logró refugiarse en un almacén de la zona.
El mismo día la víctima se presentó a la sede fiscal a denunciar a su familiar y a contar lo sucedido. Posteriormente, en el marco de la investigación, las autoridades acudieron al lugar de los hechos donde se realizó la inspección y la recolección de los casquillos que estaban algunos en poder de unos vigilantes privados.
El juez valoró los indicios como suficiente razón para enviar al imputado a un centro penitenciario en las próximas veinticuatro horas.
FIN
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