SAN SALVADOR, 13 DE MAYO DE 2011 (INTERJUST). El Juzgado 3º de Menores impuso la medida de siete años de internamiento para seis adolescentes de entre 16 y 17 años, acusados de cuatro homicidios en perjuicio cinco personas y agrupaciones ilícitas en perjuicio de la paz pública.
Dentro del proceso se juzgó también a dos menores más procesados por los mismos delitos, sin embargo, no hubo mayor relación en el caso ya que no fueron vinculados ni por el testigo bajo régimen de protección, ni por la prueba pericial.
La jueza Yanira Herrera basó el fallo en el testigo criteriado y en las pruebas pericial y documental, donde el conjunto concordó, ya que informaron que no hubo vacíos.
Asimismo, tres imputados más quedaron bajo reglas de conducta y orientación socio familiar. La responsabilidad, tanto de los internos como de los que quedaron con las otras medidas, quedó establecida.
Actualmente de los 13 acusados sólo se procesan a 11 y de éstos nueve no tienen medidas de internamiento provisional; uno se encuentra a la orden del Tribunal Especializado “A” de Sentencia y otro a la orden del Juzgado de Instrucción en Ciudad Delgado. Los acusados son supuestos miembros activos de la pandilla “18”.
Los hechos, según el proceso minoril, se produjeron en Apopa entre febrero y junio de 2009. El primero de los casos sucedió en la humanidad de un pandillero de la “18”, ya que según sus ejecutantes, colaboraba con las investigaciones que la Policía Nacional Civil (PNC) realizaba y lo mataron con un corvo.
El segundo fue a finales de abril del mismo año. La víctima laboraba como empleado de La Constancia S.A de C.V. y pretendía tener una relación sentimental con una pareja de uno de los pandilleros de la “18”. Para ejecutarlo uno de los mareros lo llamó y se lo llevaron rumbo al “Cerro”, en donde los ajusticiaron con un corvo. En ambos casos sólo se encontraron osamentas, gracias a la colaboración de un testigo criteriado.
El tercero de los casos se registró el 2 de abril de 2009 afuera de una casa en la misma localidad de Apopa. En ese lugar había una fiesta cercana al territorio de la mara “18”, donde había pandilleros de la pandilla “MS”. Cuando las víctimas salieron por unos momentos, les dispararon sin motivo aparente desde un carro en marcha. Tras el hecho fallecieron dos personas y otro sobrevivió.
Por último, el 22 de junio los imputados le dispararon a un aparente empleado administrativo de la PNC, quien laboraba como ordenanza de una delegación. Los mareros sostenían que era miembro activo de la “MS” y lo mataron con un arma de fuego.
Los acusados no están bajo medida alguna ya que no hubo captura en flagrancia, ni tampoco ha habido evasión de la justicia; los menores se han presentado a todas la diligencias señaladas por el juzgado, con excepción de los que están a la orden de otras instancias y los otros dos, a quienes se le ha girado orden de localización.
c.m./Interjust
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