SAN SALVADOR, 23 DE FEBRERO DE 2011 (INTERJUST). El Juzgado 7° de Instrucción realizó hoy una inspección ocular en el terreno del Sitio Arqueológico “El Cambio”, ubicado en el kilómetro 33 de la carretera a San Juan Opico, en el caso que se procesa por los delitos de actos arbitrarios y daños agravados a Héctor Ismael Sermeño y Mario Sol Bang.
La diligencia se realizó a petición de la Fiscalía General de la República (FGR) con la finalidad de verificar la división, condiciones y delimitación del terreno en el que presuntamente había pirámides y zonas con vestigios arqueológicos.
El Ministerio Público ha solicitado la ampliación del peritaje, lo cual será resuelto por el juzgado en una audiencia especial, una vez el personal de Inspecciones Oculares de la Policía Nacional Civil (PNC) presente el informe.
El ex funcionario perteneció al antiguo Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (CONCULTURA), que ahora fue transformado en Secretaría de Cultura (SEC).
Sermeño es procesado junto con el ingeniero Mario Sol Bang, propietario de la lotificadora NEILA S.A. de C.V., que fue la constructora que destruyó el sitio El Cambio, pese a que es un parque arqueológico plenamente identificado desde 1978, tras un estudio realizado por el estadounidense Payson Sheets, informó la fiscalía.
La investigación de Sheets fue publicada en el estudio titulado “Archeology and Volcanism in Central America, The Zapotitan Valley of El Salvador”.
En este sentido, Sol Bang, que edificó la Lotificación Brisas de San Andrés, es procesado por la FGR por daños agravados y desobediencia a particulares en perjuicio del patrimonio nacional. Sin embargo, no fue presentado ante el tribunal porque “está colaborando en la investigación fiscal”, informó el fiscal del caso.
El Cambio es un área de 62.000 metros cuadrados y albergaba los restos residenciales y ceremoniales de una civilización precolombina cercana a los vestigios del sitio Joya de Cerén, la denominada “Pompeya de Mesoamérica”.
De acuerdo al requerimiento fiscal, el ex funcionario dio la autorización para que se construyera el proyecto habitacional Brisas de San Andrés. El aval desembocó en la edificación de un complejo que destruyó el sitio arqueológico, pese a que la ley restringía cualquier tipo de urbanización por el valor histórico y arqueológico del lugar.
De ser encontrado culpable, Sermeño podría ser condenado de 2 a 4 años de cárcel por el delito de actos arbitrarios.
Sermeño funge actualmente como jefe del Departamento de Patrimonio Cultural de la Unidad de Recuperación del Centro Histórico de la Alcaldía de San Salvador.
k.c./Interjust
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